El castillo de Manzanares el Real fue modificado para la película con la excavación de un foso. El descubrimiento de un hueso durante la excavación detuvo el rodaje durante un tiempo hasta que se confirmó que se trataba simplemente de un perro. Es de este castillo que el torpe duque de Beaufort es rescatado.
El castillo es también el escenario del desenlace de la película, con los mosqueteros secuestrando un globo aerostático y usándolo para entrar en el castillo para el enfrentamiento final, con peleas de espadas por todas partes y alrededor de las almenas y el claustro.