Un chico alemán conoce a una chica americana en París y por eso inevitablemente buscan la libertad en Ibiza. El sexo, las drogas y el rock and roll (proporcionado por Pink Floyd) finalmente conduce a su caída y (para darte una pista no se debe al sexo o al rock and roll.)
El paraíso se encuentra en el glorioso paisaje de Ibiza, la isla blanca, pero perdido en el polvo blanco.
El castillo de Ibiza, que se asoma sobre la ciudad y el puerto, es la ubicación del final para el protagonista, concretamente en el túnel cercano.
El castillo y se ve desde varios ángulos, así como el faro y el ferry.
Una historia deprimente en la que simplemente la belleza del paisaje sugiere un estilo de vida maravillosa y sencillo, pero incomprensible aparentemente para los personajes feos y retorcidos que infestan la isla.
Si esto es ‘Más’, entonces no estoy deseando la llegada de ‘Menos’.