Aunque se filmó principalmente en estudios italianos, hay una hermosa toma de la catedral de Toledo, donde la turista estadounidense Elke Sommer ve un fresco que representa al Diablo, y luego se dirige a una pequeña tienda para confirmar que se trata de Telly Savalas.
Luego es poseída y llevada al hospital, donde usa un lenguaje inusualmente gráfico para la época, hasta que finalmente sólo salen sapos de su boca.
Al mismo tiempo, ella, o una versión de ella, deambula por las calles de Toledo, donde, tras pasar por uno de los arcos árabes de la ciudad, se enfrenta a un hombre al que accidentalmente mata, mientras que detrás de ella podemos ver las almenas del castillo de San Servando.