No, a pesar del nombre Lara, no tiene nada que ver con Doctor Zhivago, sino que fue un intento fallido de sacar provecho del éxito de El Cid.
La película comienza y termina con un juglar, Frankie Avalon, tocando su laúd, cabalgando sobre su asno entre las ruinas de un castillo mientras se prepara para contarnos la historia de Fernán González, Conde de Burgos, pero antes de aquello, Conde de Lara.