Gregory Arkadin (Orson Welles) tiene un castillo en España, y resulta ser el famoso Alcázar de Segovia, cuyas torres, dicen, inspiraron la construcción de Disneylandia.
El otro monumento emblemático de Segovia, el impresionante Acueducto Romano, también ocupa un lugar destacado en la película, que trata de una carrera alrededor del mundo para desenterrar información sobre el pasado de Arkadin, una trama no muy diferente a la de ‘Citizen Kane’.
Las famosas procesiones de Pascua de Resurrección de España con el Ku Klux Klan vestidos de pecadores descalzos en columnas con antorchas, con música flamenca pasando como cantos religiosos, evidencian el compromiso de Welles con España, y los rebaños de cabras que se apiñan a lo largo de la calle principal, aunque ya no se pueden ver en la Segovia turística, todavía pueden ser vistos en algunos pequeños pueblos.
Cuando Van Stratten y Raina llegan por primera vez al castillo, con un avión volando por encima, Welles mezcla los exteriores del Alcázar con escenas de la calle del cercano pueblo medieval de Pedraza, especialmente su plaza principal.
Una vez dentro del castillo, donde Arkadin tiene un baile de máscaras, nos encontramos en realidad en el Colegio de San Gregorio de Valladolid, presenciando una actuación goyesca, interpretada mayoritariamente por estudiantes locales, entre las columnas en espiral del claustro, la escalera ornamentada y la galería del primer piso.
Curiosamente, mientras que el Alcázar suele ser un elemento de fondo en la mayoría de las películas en las que aparece, en Mister Arkadin se nos permite ver los campos de Castilla desde su tejado mientras Arkadin revela su plan a Van Statten.