Un reparto demasiado bueno para una película de Kickboxing de tercera categoría en la que Christopher Lee, Donald Pleasance, Woody Strode, Barabara Bach y John Huston podrían haber sido mejor empleados.
En el castillo de Belmonte, Jaguar escala las murallas para enfrentarse a los malhechores de su interior, que beben champán y observan el baile flamenco en los claustros a la manera de villanos malvados.
El último combate de kickboxing y piques en las espectaculares almenas termina inevitablemente con el villano cayendo a su perdición, mientras el resto de nosotros admiramos las interminables llanuras de Castilla La Mancha.