Justo antes de viajar a Sigüenza, que es Málaga en la película, Colón visita ese icono de los castillos del cine español, el Alcázar de Segovia, donde la Inquisición está haciendo la obra de Dios, torturando a científicos y a otros herejes, liderada por Marlon Brando como una Torquemada con unos kilos de más.
Todo ello no debe distraer de la elegante belleza de la fachada del castillo.