Bellver
Las obras del castillo fueron encargadas por Jaume II, rey de Mallorca en 1300.
Tras la batalla de Bailén en 1808 fue prisión de los soldados derrotados de Napoleón.
Sólo seis años después, el General Lacy, que participó en una fallida rebelión liberal contra el Rey Fernando VII, se enfrentó a un pelotón de fusilamiento en el foso del castillo.
En 1821, el castillo fue utilizado como casa de la moneda.
En 1931 fue cedida al Ayuntamiento de Palma y en la actualidad acoge diversas actividades culturales como los conciertos de verano.
La bruja Joana, una leyenda del siglo XV asociada a Bellver, era la esposa del comandante del castillo, quien la abandonó a ella y a su hija. Cuando la hija creció fue violada por su padre y se suicidó. La madre vendió su alma al diablo y una semana después llegó un caballero y mató al comandante.
Joana continuó viviendo en el bosque de Bellver y en una cueva cercana.
Otra leyenda habla de una presencia fantasmal que ocupa un espacio donde el ex ministro y escritor Gaspar Melchor de Jovellanos fue hecho prisionero.