‘Stardust’ fue la segunda parte de la película ‘That’ll be the Day’, que había protagonizado el ídolo adolescente de los setenta David Essex y el baterista de los Beatles Ringo Starr.
Es más o menos la historia de John Lennon (abandonado por su padre y luego abandonando a su mujer y a su hijo para unirse a una versión francesa de Yoko Ono) y Jim Morrison (drogadicción y corte de pelo) mezclados en un héroe roquero de la clase trabajadora que experimenta primero el placer y luego el dolor de ser una leyenda viviente hasta que el dolor gana.
Intentando alejarse de las desventajas de la industria del rock and roll, Jim Maclaine (David Essex) se retira a su propio castillo en España, que es en realidad el castillo de La Calahorra, destacado durante la película en diferentes tomas aéreas.
Lo convierte en su propio paraíso aislado, incluso instalando un pinball en el impresionante claustro, un patio renacentista con elementos de mármol tallado, y viviendo una existencia despreocupada con la ayuda de algunos campesinos locales.
Al final Essex hace un Jim Morrison, Joplin, Hendrix y toma una sobredosis, aunque en su caso por la televisión en directo y es llevado al hospital, perseguido por un equipo de Televisión Española, muriendo antes de llegar, con las hermosas montañas nevadas de Sierra Nevada como telón de fondo.