La Alcazaba, que representa a Tánger en la película, suele estar más asociada a la guerra que al ajedrez; sin embargo, cuando el jeque Sean Connery se enfrenta a su rehén Candice Bergen en un partido, las chispas vuelan.
Hollywood hace su locura en este juego ya que, cuando vemos a Connery, las murallas de la Alcazaba se ciernen sobre él, mientras que cuando aparece Bergen, es el castillo de La Calahorra, Granada, el que vemos.