Durante la película El Cid lucha por una España en la que moros y cristianos puedan luchar (lo siento, vivir) juntos en armonía. En realidad, durante su vida estaba contento de trabajar como mercenario independiente, luchando contra moros o cristianos por igual. De hecho, el emir de Zaragoza, a quien el Cid captura y convierte en un personaje agradable al principio de la película, fue históricamente el subcontratista del Cid durante sus días como freelance.
La captura tiene lugar bajo las murallas del Castillo de Ampudia en la provincia de Palencia, un castillo del siglo XV que estaba en ruinas en ese momento, y que desde entonces ha sido restaurado.
Allí se filmó el 23 de marzo de 1961 para rodar la escena en la que El Cid llega a un pueblo cristiano que ha sido saqueado por los moros. El castillo se asoma sobre la escena mientras El Cid muestra que es un simple hombre enviado por Dios para enseñar valores sólidos a todos los demás en el reparto.